Después de algunas dudas de si comenzar la caminata del día debido a la lluvia que caía, la mayoría decidió emprender la marcha y con buenos ánimos y chubasqueros, nos dirigimos desde el barranco de Utiaca (junto al chorro y lavaderos) hacia Las Lagunetas siguiendo el cause del barranco de la Mina. Con la lluvia cayendo a ratos, con más o menos intensidad, con algún cansancio en la subida llegamos a la plaza de Las Lagunetas, después de un pequeño descanso para reponer fuerzas y echar algo en las barrigas, continuamos nuestro camino de regreso al punto de salida, pero por el cauce de otro barranco, el de Antona, esta vez la lluvia nos abandonó, pero dejó su huella en el camino, haciéndolo algo peligroso y resbaladizo, pero a pesar de estos inconvenientes disfrutamos de un magnifico paisaje, destacando el verdor de nuestros campos, y así llegamos a nuestro punto de llegada.
